La cantera del Santutxu, uno de los equipos con más solera de la capital vizcaína, se encuentra a pleno rendimiento después de más de treinta años de existencia. Durante la presente temporada, el club bilbaíno cuenta con dieciséis conjuntos, distribuidos en todas las categorías existentes, incluidos dos equipos escolares. Todos los conjuntos son masculinos, ya que el femenino, que contaba ya con tres años de existencia, no ha podido consagrarse esta temporada.
Este equipo está compuesto por jugadores que darán mucho que hablar dentro de unos años.
Los dos terrenos de juego de fútbol once y el único de fútbol siete de los que dispone el Santutxu en las instalaciones de Mallona, hacen inviable la existencia de un mayor número de equipos. Sobre todo, teniendo en cuenta que el club comparte estos terrenos de juego con el Solokoetxe, el Begoña y el Danok Bat, clubes con los que, a pesar de la rivalidad deportiva y las malas habladurías, mantienen unas excelentes relaciones de amistad y cordialidad. Entre todos los equipos de los cuatro clubes suman más de cuarenta conjuntos. De hecho, para suplir las carencias de espacio, el Santutxu utiliza actualmente parte de las instalaciones del Instituto Artabe, del barrio de Txurdinaga.
La mayor parte de los jugadores del club residen en el propio barrio y sus alrededores y la mayoría de ellos consigue dar el salto al primer equipo o son adquiridos por otros clubes de mayor empaque.
Esta temporada, el equipo mayor del Santutxu milita en División de Honor, tras el descenso sufrido el curso anterior. En el presente año, el 75% de los jugadores del equipo proceden de la cantera. El club ha planteado esta temporada como la del asentamiento en la categoría, tras la diáspora de jugadores importantes sufrida en verano. Una vez acomodados en la categoría (de la que únicamente sube el campeón) se realizará un proyecto más ambicioso para intentar el ascenso.
Formación personal
En el Santutxu Fútbol Club, la colaboración de los entrenadores en el día a día de la cantera es considerada como fundamental. De ahí el arduo trabajo para encontralos, dado que no cualquiera tiene la capacidad de pertenecer al club si se quiere seguir rayando al buen nivel actual.
El perfil de entrenador que se viene buscando es el de un educador, alguien que forme como persona a los chavales y que, además, practique un fútbol moderno, de buen manejo del balón y de un alto conocimiento futbolístico.
Los responsables del Santutxu consideran que esta temporada se ha dado con la tecla exacta y cuentan con unos monitores que pueden aportar mucho a la cantera del club, que quiere inculcar a sus 350 chavales una formación personal y deportiva para intentar que lleguen lo más alto posible y que disfruten en los entrenamientos y en los partidos.